INFORME SOBRE LA CHARLA-TALLER “CONVERSACIÓN ESPIRITUAL”

 

El 8 de julio realizamos una jornada de formación con la Dra. Marcela Mazzini, sobre el método propuesto por el Papa Francisco para el proceso sinodal: “La conversación espiritual”

Participaron alrededor de 85 personas representantes de varias comunidades, movimientos y pastorales. El grupo San José de la parroquia Cristo Salvador ofreció sus servicios y participó de la charla inicial, 2 representantes de la pastoral juvenil diocesana animaron el primer momento de oración, un miembro de la Acción Católica (ACA) contribuyó con la animación musical y la parroquia Sagrado Corazón de Lanús nos abrió las puertas del colegio con calidez y disponibilidad.

La jornada/taller tuvo diversos momentos:
– Oración de invocación al Espíritu Santo;
– Charla formativa con Marcela Mazzini;
– 11 grupos para el ejercicio de la conversación espiritual;
– Cierre de la jornada con el p. Obispo Maxi que participóen todos los momentos de la mañana

La pregunta para el ejercicio del método de la conversación espiritual en los grupos fue: ¿Cómo fortalecer el diálogo en las comunidades parroquiales?

Surgieron estas respuestas, las mismas están integradas – sin elaboración – de los diversos grupos:

Tenemos un diálogo debilitado. El diálogo lo fortalecemos desde la cercanía, desde la escucha. Con escucha confianza y entrega. Salir al encuentro, acercarnos a las familias, escucharlas, escuchar a otros grupos y aprender a confiar. Salir al encuentro, confiar, entrega al otro. Actitud de escucha, “Vaciarse” de perjuicios, Silencio

Creemos que será necesario:
* Reconocer la complejidad del diálogo y la necesidad de un amor profundo hacia nuestros hermanos para poder encararlo.
* Favorecer los espacios de encuentro con el único fin de conocernos fraternalmente, porque no podemos Amar a quienes no conocemos.
* Conocer el dolor de cada uno para acercarnos a un diálogo profundo.
* Ser pacientes para poder escucharlos.
* Atrevernos a vaciarnos de nosotros mismos para que pueda resonar lo que los otros nos ofrecen.
* Encarar el diálogo, tratando de pedir al Señor que nos oriente sobre lo que Él haría frente a tantas heridas.
* Para el diálogo intergeneracional o entre personas que percibimos diversas: Superar las dificultades, tratando de amarlas tal cual son, sin juzgarlos y sin condenarlos.

Comentarios preliminares que atentan contra un diálogo profundo:
– Entendemos que un factor escaso para un diálogo que nos permita acordar y caminar juntos es el TIEMPO.
– Las diversas ocupaciones y preocupaciones que se presentan en un mundo que vive un Cambio de Época, limitan los tiempos de diálogo profundo.
– Precipitan la toma de decisiones, desviando los temas, sin precisar, privilegiar y dinamizar lo que se quiere lograr. Y muchas veces sumergidos en temas necesarios pero burocráticos, de todos los movimientos de Iglesia, que restan tiempo a lo importante, a lo urgente, aceptando un accionar porque siempre se hizo así. Sin un diálogo conciliador.

Las herramientas y acciones sugeridas para fortalecer el diálogo, que se consensuaron en la charla debate del grupo son:
* Escuchar
* Formación constante.
* Abrir el corazón para entendernos mejor y dinamizar el diálogo.
* Poner a Dios siempre en medio del diálogo. Sin olvidar su presencia.
* Buscar una conversión personal, saliendo del egoísmo.
* Poner voluntad de cambio.
* Participar a los más jóvenes en nuestro diálogo, entendiendo que ellos están viviendo y sintiendo el cambio de época, tratando de encontrar soluciones, donde los más grandes podemos ayudarlos, sabiendo que ellos son el futuro.
* Tomar la iniciativa de un diálogo profundo en comunidad atendiendo a las circunstancias y necesidades de todos.
* Dejar de prejuzgar.
* Generar un ámbito de confianza para mejorar el diálogo.
* Pensar en lograr la unión en la diversidad, fomentando una voluntad de diálogo.
* Aceptar y pedir un perdón profundo.
* Dialogar con Humildad.
* Ser empáticos, sentir la necesidad de un cuidado mutuo.
* Ser servidores del diálogo.
* Salir de nuestra zona de confort.
* Acompañar a nuestros religiosos, compartiendo, entendiendo y dialogando con ellos para caminar juntos. Entendemos que no es fácil, pero podemos intentarlo sabiendo que con Dios todo lo podemos.

Es necesario sostener procesos de diálogo entre las rivalidades en los grupos y líderes atornillados.
Que los laicos se activen y se hagan cargo desde un lugar despojado del clericalismo.
Cómo: Reconociéndonos con igual dignidad de ser hijos de Dios, somos hermanos, rostros. Es la presencia de Dios que nos hace familia.
Cómo: Aprendiendo y practicando esta nueva forma de conversación, de diálogo espiritual.
Escuchándonos desde el Buen Espíritu, promoviendo el encuentro y dando lugar al diálogo.
En primer momento, ofrecer en oración aquello que nos inquieta, y pedir al Espíritu Santo la guía para poder hablar o preguntar. Luego, fomentar el diálogo fraterno con los sacerdotes y el consejo de pastoral. Transmitir en la comunidad y promover esta herramienta del diálogo Espiritual para poder salir a trabajar.
Formación y oración Profunda: Volver al Evangelio y a Jesús.
Hay que construir un diálogo enamorando a los demás para que nos unamos.

Un lugar para poder expresarnos, comprender. Recibir y dar como es el diálogo. Somos de prejuzgar y no vemos el problema. Escuchar y ver qué logramos entre todos. Cuando me encuentro con alguien que está mal, lo bueno es saber dónde voy, pedir el Espíritu Santo. Cuando no nos dejamos atrapar con el mal Espíritu y al bajar y tranquilizarme, veo lo que me muestra el buen Espíritu. Me impresiona que no podamos llegar al otro, no podamos trasmitir como hicieron los apóstoles. Preocupación: que vayan únicamente por los sacramentos y no se comprometan. El llamado del Papa es inminente, preocupándose por todos para caminar juntos. El amor nos va a llevar al sacrificio! Lo que sentí muy fuerte es que Dios no hace acepción de personas.

Ser simples!No chamuyar. Esa es la clave con los jóvenes. Acompañar a los jóvenes. Son bochincheros, desordenados. Si esto pasa, con ellos está todo bien. Después de amarlos hay que corregirlos, como decía Don Bosco. Acordarnos de la Pedagogía de Jesús. No venía con el speech, primero escuchaba y después hablaba.

También cada uno debe ponerse en el lugar del otro con amor, con ese amor que Dios nos da, con las luces y las sombras RECOMENZAR por amor con amor y ser el amor para el otro. El amor que nos lleve a la escucha, si nos cerramos no dejamos actuar al Espíritu Santo, invocarlo para responder aquello que nos sugiera su moción. Silencio interior ideal en estos momentos para escuchar su voz.

Para hacer o fortalecer el diálogo en nuestras comunidades debemos comenzar, en cada encuentro, dando gracias e invocando al Espíritu Santo. Escuchar la Palabra, lo que Jesús nos dice, qué habita en su Corazón, preparar nuestro corazón para la escucha. Tener humildad para escuchar, despojarnos de nosotros y abrirnos a la novedad de Dios en el otro. La escucha es un don, pero implica una tarea, un ejercicio, formación, educarnos en el diálogo y la escucha, sanación interior. Diálogo implica escuchar al otro, pero primero a nuestro corazón. Pedir en lugar de imponer. Hablar con apertura del corazón y sencillez. Abajarse para salir al servicio y en comunión. Escuchar para conocer al otro. Necesitamos hablar en grupos pequeños para poder escucharnos, considerarnos pares, sin prejuicios, “perder el tiempo” con el otro. El fruto de este ejercicio en el grupo fue unánime: paz interior.

Reunidos en el equipo de animación, agradecemos la generosidad de todos los que colaboraron en el encuentro. Y percibimos que fue una experiencia que fue creciendo en hondura, participación y alegría en la jornada.

Reconocemos que hubo una mayor representatividad de parroquias y diversos movimientos y pastorales. Fue minoritaria la participación de consagrados y jóvenes en la jornada.

Constatamos que los tiempos de los grupos se hicieron cortos para la formulación de consensos donde todos puedan participar en la elaboración de los mismos – no solo los secretarios de grupos a los cuales les agradecemos su servicio como a los coordinadores por su tarea (Se habían solicitado priorizar/formular 2 /3 por grupos)

Agradecemos la participación activa en cada grupo y las respuestas que surgieron de este primer taller de ejercicio de la conversación espiritual.

Invitamos a todos los participantes a difundir la “conversación espiritual” como herramienta de discernimiento comunitario y crecimiento sinodal en cada una de sus comunidades locales para fortalecer la vida pastoral de las mismas, como nos pide el Obispo en sus orientaciones pastorales.

Como equipo de animación sinodal quedamos a disposición para aquellos que quieran conocer más de este método y de todo lo referido al Sínodo 2021-2024, por una Iglesia sinodal: comunión, misión y participación.