MISA EN RECONOCIMIENTO A LAS MUJERES QUE SOSTIENEN
COMEDORES Y OLLAS POPULARES EN NUESTROS BARRIOS
Querida comunidad diocesana:
En «tiempos difíciles», como le gustaba decir a nuestro querido beato Eduardo Pironio, es sobre todo el compromiso perseverante y entregado, muchas veces oculto y anónimo, el que sostiene la esperanza de todo un pueblo. Y son con frecuencia las mujeres de nuestros barrios más olvidados las que encarnan ese compromiso.
Tengo muy presentes las palabras de mi primer obispo, el siervo de Dios Jorge Novak, en su última homilía pública:
De labios de Jesús brota una orden: «Denles de comer ustedes mismos» [Lucas 9,13]. Los apóstoles no habían tenido mejor recurso que despedir a la multitud, para que se las arreglara sola, ¡al caer la tarde y en el descampado! Esa actitud desaprensiva la repite la sociedad cuando en sus planes y programas deja al margen a millones de seres humanos, niños desnutridos, jóvenes sin expectativas serias de futuro, ancianos olvidados.
La fórmula propuesta por nuestro Redentor es sencilla, pero sumamente eficaz. Hay que poner en común lo que Dios creó para todos, hay que organizar la distribución, hay que contar con un mínimo suficiente de servidores. Entonces tiene lugar el milagro: los cinco panes y los dos pescados, por la bendición, se multiplican y sacian a la muchedumbre. Todos los días, en los comedores populares de las parroquias y escuelas, el signo vuelve a repetirse gracias a la providencia del Padre de los cielos, gracias a bienhechores anónimos, gracias a servidores y servidoras de las mesas. Alguna vez el veredicto final de la historia pondrá en evidencia la grandeza sencilla y sublime de estos gestos: «Tuve hambre y ustedes me dieron de comer. … Cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo» (Mateo 25,35.40) [1].
Un sentimiento de profunda gratitud nace al reconocer este signo humilde pero eficaz, capaz de sostener la esperanza de nuestro pueblo.
Con este espíritu, el próximo miércoles 19 de junio participaré, junto a otros obispos, de la «Misa en reconocimiento a las mujeres que sostienen los comedores en nuestros barrios» que presidirá Mons. Oscar Ojea, Obispo de San Isidro y Presidente de nuestra Conferencia Episcopal Argentina. Será a las 11 h, en el Santuario de la Virgen de Caacupé, de Ciudad Evita (La Matanza).
Quería compartirles esto para pedirles que me acompañen. Desde ya, quienes deseen y puedan participar de la celebración, siéntanse invitados. A todos, mientras tanto, los invito a unirse de corazón a esta iniciativa y al reconocimiento del compromiso, la perseverancia y el sacrificio de tantas mujeres, que quisiéramos expresar con la celebración de esta Eucaristía.
Reciban mi saludo y mi bendición.
Padre Obispo Maxi Margni
Obispo de Avellaneda-Lanús
Avellaneda, 12 de junio de 2024.
[1] Padre Obispo Jorge Novak, Homilía en la solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo, 16 de junio de 2001, 2.