SALUDO EN EL DÍA DEL CATEQUISTA
Queridos hermanos y hermanas catequistas:
¡Feliz día! Con mucha alegría les comparto este saludo, con el cual quiero expresar la gratitud de toda la Iglesia diocesana con cada uno de ustedes, que viven con pasión esta vocación al servicio de la evangelización en nuestros barrios y comunidades.
Hace pocos días, aunque no pude estar presente por razones de salud, los saludaba virtualmente durante el encuentro diocesano que se celebró en San José de Pompeo: el Jubileo de los catequistas. El mes pasado también pude compartir con varios de ustedes la participación en el Encuentro Nacional de Biblia y Catequesis (ENByCA), en la ciudad de Buenos Aires. En una y otra ocasión, como en cada una de las visitas que realizo a las capillas y parroquias de nuestra diócesis, me encuentro con el amor, la alegría y la creatividad con que llevan adelante esta misión, como humildes servidores que escuchan y anuncia la Palabra.
En este contexto, quiero agradecerles particularmente cómo recibieron con corazón abierto y tomaron en serio la propuesta que les hice, el año pasado, con las orientaciones para la catequesis de iniciación cristiana de niños[1]. Quiero darles gracias por el diálogo, el discernimiento y la búsqueda de los mejores caminos, en cada comunidad, con el fin de “ponerse juntos a la escucha del Espíritu y de la vida de nuestra gente, especialmente de los niños y jóvenes a quienes somos enviados, para reconocer las «semillas del Evangelio» que ya están presentes en su vida, las problemáticas o desafíos que piden una respuesta, los cambios a realizar y los pasos que efectivamente podemos dar para fortalecer nuestra catequesis y acompañar la plena inserción en la vida comunitaria”. Sigamos caminando juntos por este camino.
Finalmente me gustaría compartir con ustedes, a modo de anhelo, unas palabras del querido Cardenal Ángel Rossi a los catequistas, en el reciente ENByCa: “La catequesis no es dar respuestas, sino provocar preguntas profundas. No es llenar la cabeza, sino encender el corazón. Porque cuando el corazón arde, el alma camina. Sigamos con alegría, con paciencia y con pasión”.
¡Que nuestra Madre, la Virgen María, los ayude en esta misión hermosa y desafiante de encender el corazón! Los acompaño con mi bendición,
☩ Padre Obispo Marcelo (Maxi) Margni
Obispo de Avellaneda-Lanús
Avellaneda-Lanús, 21 de agosto de 2025.
[1] https://avellanedalanus.org.ar/orientaciones-catequesis-iniciacion/