Vocaciones
La mirada llena de amor de Jesús (Mc 10, 21) se posa sobre cada una y cada uno de nosotros. Cuando acogemos esta mirada nuestra vida cambia. Todo se vuelve un diálogo vocacional, entre nosotros y el Señor, pero también entre nosotros y los demás. Un diálogo que, vivido en profundidad, nos hace ser cada vez más aquello que somos: en la vocación al sacerdocio ordenado…, en la vocación a la vida consagrada…, en la vocación al matrimonio… Toda vocación y ministerio en la Iglesia nos llama a mirar a los demás y al mundo con los ojos de Dios.
(Papa Francisco)
Decir «vocación» es decir «llamado». En el corazón de la vida cristiana está convicción: gratuitamente, misericordiosamente, Dios nos ha llamado y convocado (llamado junto con otros y otras) a seguir a Jesús por los muchos caminos del Espíritu. Toda vocación en la Iglesia —al ministerio ordenado, a la vida consagrada, al matrimonio— nace de ese encuentro con Alguien que pronuncia nuestro nombre y nos convoca.
En esta página te compartimos propuestas y espacios de nuestra Diócesis, que buscan acompañar y animar caminos de discernimiento vocacional.
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Una oración por las vocaciones
Padre de misericordia,
tú has entregado a tu Hijo por nuestra salvación
y nos sostienes continuamente con los dones de tu Espíritu.
Concédenos comunidades cristianas
vivas, fervorosas y alegres,
que sean fuentes de vida fraterna
y que despierten entre los jóvenes
el deseo de consagrarse a Ti y a la evangelización.
Que María, Madre y educadora de Jesús,
interceda por cada una de las comunidades cristianas,
para que, hechas fecundas por el Espíritu Santo,
sean fuente de auténticas vocaciones
al servicio del pueblo santo de Dios.
— Papa Francisco
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