LLAMADOS A SEGUIR A JESÚS

MENSAJE A LAS Y LOS JÓVENES PARA EL DOMINGO DEL BUEN PASTOR

 

 

El pastor llama a sus ovejas por su nombre…
Va delante de ellas y ellas lo siguen,
porque conocen su voz.

— Jn 10, 1-10

 

Queridos jóvenes de la Diócesis de Avellaneda-Lanús:

En este domingo del buen Pastor, Jornada mundial de oración por las vocaciones, quise escribirles un breve mensaje para invitarlos una vez más a ponerse a la escucha de la voz de Jesús, el verdadero pastor, que llama a cada uno y cada una por su nombre y nos conduce hacia la vida plena y abundante.

Nuestra vocación, cualquiera sea (al ministerio pastoral o diaconal, al matrimonio y la vida de familia, a la vida consagrada…), es siempre un misterio. Es un llamado personal de Jesús, que se dirige a cada una y cada uno de un modo único y nos invita a seguir sus pasos y a poner nuestros dones al servicio de los demás. Esto nos pone delante una tarea: aprender a discernir la voz del Señor, a reconocerla en medio de tantas voces que nos rodean, para no caer en las redes del «ladrón» que con falsas promesas nos alejan del camino de la vida, la verdad y la justicia.

Para ese aprendizaje no estamos solos. En realidad, nadie puede discernir en soledad las llamadas de Dios. La comunidad cristiana es el lugar en el que aprendemos a conocer y reconocer la llamada de Jesús para nuestras vidas. La comunidad es el lugar donde la voz de Jesús se deja escuchar y el Espíritu hace madurar el «sí» de nuestra respuesta. Anímense, entonces, a involucrarse, a participar activamente en su comunidad y en la Iglesia, a compartir espacios de oración, de formación, de conciencia crítica, de solidaridad, de transformación social… Y sean creativos: como en cada generación, con ustedes el Espíritu sopla de un modo nuevo en la Iglesia. No tengan miedo de buscar caminos nuevos para vivir y compartir el evangelio en el hoy de sus vidas y la vida de nuestro pueblo.

La juventud es una etapa apasionante de la vida, llena de desafíos y oportunidades. Ojalá encuentren en nuestras comunidades los espacios y el acompañamiento que les permitan crecer en plenitud, formarse de modo integral, desarrollando su espiritualidad, su inteligencia emocional, su capacidad para crear vínculos sanos y liberadores y encarnar liderazgos generadores de vida…, para que puedan ser agentes de cambio y transformación en la sociedad y en la Iglesia. Recuerden siempre que, precisamente porque seguimos a Jesús, toda vocación nos pone siempre al servicio de otros. Nuestra realización personal, esa plenitud a la que Cristo nos llama, va siempre unida a la capacidad de amar y ponernos por entero al servicio de una historia más justa, más fraterna y más humana.

La Iglesia los necesita. La humanidad y nuestro pueblo los necesitan. Necesitan jóvenes que sepan decir, narrar con sus vidas el evangelio; jóvenes que sean artesanos de fraternidad, de justicia y de paz en el mundo. Anímense a buscar y a escuchar esa voz que los llama, a cada una y a cada uno de un modo único. Anímense a dejar madurar en sus corazones ese «sí» que comienza siempre por pequeños pasos y va colmando toda la vida… Cualquiera sea el camino al que él los llama, no tengan miedo de seguir a Jesús, el buen Pastor. No tengan miedo de seguir los pasos de su vida entregada en el amor.

Que el mismo Jesús les haga sentir su cercanía y su bendición en esta búsqueda de su voz y sus llamadas. Y a sus comunidades, les conceda tener sus mismos sentimientos, para que puedan acompañarlos como él los acompaña.

¡Que tengan un feliz domingo del buen Pastor y una bendecida semana!

 

Padre Obispo Maxi Margni
Obispo de Avellaneda-Lanús

Avellaneda, 29 de abril de 2023, en vísperas del IV domingo de Pascua.