DEDICACIÓN DEL ALTAR DEL TEMPLO PARROQUIAL
NUESTRA SEÑORA DE LA PAZ DE WILDE

 

El domingo 23 de noviembre, en la Fiesta de Cristo Rey, la comunidad de la Parroquia Nuestra Señora de la Paz de Wilde celebró la conclusión de la Visita Pastoral del Padre Obispo Marcelo (Maxi) Margni con la solemne dedicación del altar del templo parroquial, acontecimiento profundamente significativo para la vida de esta comunidad.

Durante los días previos, el Obispo mantuvo encuentros fraternos con los diversos grupos pastorales: servidores, agentes de pastoral, misioneros, el Consejo Económico, y especialmente con los niños, familias y catequistas. Estos espacios de escucha permitieron compartir búsquedas, desafíos y esperanzas, y renovaron el compromiso misionero, en la línea de las “Orientaciones pastorales para nuestra Iglesia en camino”, presentadas en Pentecostés del año 2023.

En su homilía, el Obispo evocó los orígenes sencillos de la comunidad: “Hoy es un día que nació en la fe humilde de los primeros vecinos… ustedes cuidaron el fuego”. A partir de la Palabra proclamada, recordó que la verdadera fuerza del Pueblo de Dios se apoya en la presencia misericordiosa del Señor: “La alegría del Señor es nuestra fuerza; es lo que sostiene a un pueblo herido, cansado, pobre… pero fiel”.

Un momento especialmente emotivo fue la colocación bajo el nuevo altar de las reliquias de Santa María Goretti y del Beato Cardenal Eduardo Francisco Pironio, quien acompañó pastoralmente esta diócesis como Administrador Apostólico entre 1967 y 1968. El Obispo subrayó el valor simbólico y espiritual de este gesto: “Qué hermoso es que en un altar tan sencillo queden unidos una niña mártir y un pastor santo y cercano, ambos pobres, ambos llenos de la luz de Cristo”.

La dedicación prosiguió con los gestos propios del rito litúrgico: la unción con el santo crisma, el incienso que elevó la oración de la comunidad y la iluminación del altar, signo de Cristo presente en medio de su pueblo. El Obispo animó a la comunidad a ver en este altar un punto de partida para una vida parroquial renovada: “Este altar será el corazón de la comunidad: aquí Cristo nos hablará, nos perdonará, nos alimentará y nos enviará”.

Acompañado por el administrador parroquial, P. Jorge González, y por una numerosa comunidad que participó con fervor y gratitud, el Obispo concluyó su visita en la que invitó a dejar que Cristo reine “cuando escuchemos al que está solo, cuando compartamos con el que no tiene, cuando esta iglesia sea casa abierta y mesa fraterna”.

Nuestra Iglesia diocesana da gracias por este tiempo de gracia y encomienda a la protección de Nuestra Señora de la Paz el camino renovado de esta comunidad de Wilde.

HOMILÍA — “LA ALEGRÍA DEL SEÑOR ES NUESTRA FUERZA”
Dedicación del Templo y del Altar de la Parroquia
Nuestra Señora de la Paz, Wilde
Fiesta de Cristo Rey

 

Hermanas y hermanos:

Hoy es un día largamente esperado por esta comunidad. Un día que nació en la fe sencilla de los primeros vecinos, en las casas humildes, en los lugares de paso donde se reunían para que la llama del Evangelio no se apagara.

Esa fidelidad silenciosa es la que hoy celebramos: ustedes cuidaron el fuego.

La Palabra nos mostró a un pueblo que se reúne como uno solo, que escucha la voz de Dios y que descubre que su verdadera fuerza es la alegría del Señor. Esa alegría —dice la Escritura— es lo que sostiene a un pueblo herido, cansado, pobre… pero fiel.

Hoy dedicamos este templo y dedicamos este altar, aquí, en esta periferia querida de Avellaneda, donde tantos trabajadores y familias humildes levantaron con sus manos esta casa de Dios.

Debajo del altar colocaremos las reliquias de Santa María Goretti, una niña pobre que vivió el Evangelio hasta el extremo, mostrando que la santidad florece en lo pequeño. Y también colocaremos una reliquia de nuestro querido Cardenal Eduardo Francisco Pironio, quien fue Administrador Apostólico de Avellaneda entre 1967 y 1968, acompañando con gran delicadeza pastoral a esta diócesis en tiempos exigentes.

La reliquia es un pequeño fragmento de las vestiduras litúrgicas que él usaba durante ese servicio episcopal. Las hermanas de la Caridad de Santa Juana Antida, que lo querían tanto, conservaron sus casullas durante años. Cuando comenzó su causa de beatificación, me ofrecieron adaptarlas, y de aquel gesto humilde quedaron pequeños recortes de tela. Hoy uno de ellos quedará bajo este altar.

Qué hermoso es que en un altar tan sencillo queden unidos una niña mártir y un pastor santo y cercano, ambos pobres, ambos llenos de la luz de Cristo. Y qué hermoso que esa luz quede aquí, en una comunidad que ha conocido la lucha y la carencia, pero que nunca dejó de creer.

En este domingo de Cristo Rey, le pedimos al Señor que reine de verdad en esta parroquia:
que reine cuando escuchemos al que está solo,
que reine cuando compartamos con el que no tiene,
que reine cuando esta iglesia sea casa abierta y mesa fraterna.

Hermanas y hermanos: esta casa es de ustedes porque es de Dios.
Este altar, desde hoy, será el corazón de la comunidad: aquí Cristo nos hablará, nos perdonará, nos alimentará y nos enviará.

Que la alegría del Señor —solo esa alegría— sea la fuerza de esta parroquia sencilla y fiel.
Y que María, Nuestra Señora de la Paz, custodie este templo y este pueblo que es su corazón.

Amén.

☩ Padre Obispo Marcelo (Maxi) Margni
Obispo de Avellaneda-Lanús

Avellaneda-Lanús, 23 de noviembre de 2025,
Fiesta de Cristo Rey.